En este post me gustaría hablar de uno de los elementos esenciales en el mundillo de las cimentaciones especiales: las grúas auxiliares. Son nuestras grandes aliadas para llevar a cabo el trabajo, pero también son una fuente muy importante de problemas, básicamente por la gran cantidad de averías que pueden tener.
Las grúas sobre orugas con mástil en celosía son utilizadas sobre todas en obras de pantallas y de pilotes, aunque no hay que desdeñar las especialidades de mejora del terreno (columnas de grava, compactación dinámica, mechas drenantes,…) en las que también son esenciales.
Las principales funciones son:
- Montaje, desmontaje, desplazamiento de elementos de la obra, etc.
- Elevación de armaduras y camisas de revestimiento.
- Extracción, desplazamiento e instalación de juntas.
- Labores de hormigonado con tubería Tremie.
- Grúa base para cucharas al cable e hidráulicas, así como para otras herramientas de mejora del terreno.
- Etcétera.
En el mercado hay diferentes casas que construyen este tipo de maquinaria, y aunque la principal es Liebherr, no hay que descartar otras como Eurocrane, Terex, Soilmec, Casagrande o Linkbelt. Utilizaré las grúas Liebherr como base durante el resto del post. Son las que más he utilizado, y entre nosotros, son las “Mercedes” de las grúas.
El plan es un poco hablar sobre las consideraciones generales a tener en cuenta a la hora de seleccionar, configurar y usar esta maquinaría, y dejaremos para un futuro post el entrar en detalle acerca de particularidades que entrañan cada una de las principales partes de la misma. Y después de esto no habremos acabado, ya que nos quedará mucho por escribir acerca de las averías y el mantenimiento.
Primero, una foto general, para ponernos un poco en situación.
Resulta complicado simplificar, ya que es un tema muy denso, pero lo intentaré. Para fijar un poco conceptos imaginaremos que vamos a usar la grúa para izar armaduras. Es posiblemente la actividad que más aspectos hay que tener en cuenta.
Grúas auxiliares: Aspectos a tener en cuenta
1. Longitud y peso a levantar.
Nos tendremos que poner en el caso más desfavorable. Esto nos va a determinar la grúa a emplear y la longitud de pluma. Para conseguir la información hay que acudir a los ábacos que facilitan las casas comerciales. Cuanto más larga sea la armadura, más pluma y mayor inclinación será requerida, y menor será la capacidad de la grúa en el momento más desfavorable. Hay que tener en cuenta que las cargas vienen minoradas un 25% y que podemos usar el la capacidad del cable auxiliar.
2. Plataforma de trabajo.
Además de asegurarnos que la plataforma tiene suficiente capacidad portante para soportar el peso de la grúa junto con los elementos izados, hay que tener en cuenta sobre todo la existencia de rampas.
– Ascendiendo, la rampa juega a favor.
– Descendiendo, la rampa juega en contra.
3. Existencia de medianerías, giros de la grúa, …
Hay que imaginarse lo que la grúa va a tener que hacer en la obra. Visualizar sus movimientos, sus giros, sus actividades (todas) y ver cómo las va a hacer y cómo nos puede afectar la existencia de otros elementos de la obra, edificios colindantes, etc.
4. Obstáculos aéreos.
Lo primero que hay que hacer cuando se visita el solar donde tendrá lugar la obra, es mirar hacia arriba. Varias veces además. No sólo hay que tener en cuenta las líneas de baja y media tensión (atención a la distancia de seguridad mínima cuando trabajemos muy cerca de ellas), sino otros elementos como las farolas o señales de tráfico que suelen pasar desapercibidos.
A veces tendremos limitaciones de altura por cuestiones ajenas a la obra. El trabajar en aeropuertos o cerca de ellos puede implicar tener limitaciones de pluma.
5. Transportes requeridos.
El uso de esta maquinaría requiere el uso, en mayor o en menos cantidad, de transportes especiales. Es algo a tener en cuenta y sobre todo, a planificar (permisos, accesos, horarios, etc.). en su momento le dedicaremos un post a este asunto que es de vital importancia.
6. Documentación.
Destacaré los más importantes, aunque según la Comunidad Autónoma (en España) y países, esto puede variar.
– El operador deberá estar en posesión del carnet de gruista expedido por las CC.AA.
– Las grúas tienen que tener al día la ITC, que es una especie de inspección técnica periódica.
– Deben estar correctamente calibradas.
– Certificación del montaje de la grúa. No es habitual, pero cada vez es más común que el cliente requiera que una empresa acreditada certifique el montaje. Sí, has leído bien, cada vez que se monta la grúa en obra, viene un técnico, que en el mejor de los casos ha visto una antes, y le da el visto bueno.
– Hay que llevar un control semanal de mantenimiento.
– Hacer un informe final sobre el estado de la grúa al finalizar los trabajos.
Como os he dicho al principio, este post pretendía dar una visión general de este tipo de maquinaría. Espero haberlo conseguido. En unas semanas publicaré uno dedicado a desarrollar cada una de las partes, así que te animo a suscribirte al boletín de noticias para ser el primero en saber que se ha publicado. Muchas gracias por tu atención.