La elección de la cota superior del muro-guía puede que sea de las decisiones más importantes de la obra. Lo quería decir al principio, no vaya a ser que se me olvide. Y digo de la obra porque es una decisión que en nada tiene que ver con la correcta ejecución del proyecto, aunque bien sabemos todos que hay muchas maneras de hacer lo que dicen los planos. Esto tiene que ver más con los costos globales de la obra y porque no decirlo, con la salud mental de los que andan por la obra, ya que tomar una mala decisión respecto a la cota superior del murete guía, además de incrementar los costes, puede provocar muchos quebraderos de cabeza.
Hace un tiempo escribí un par de post en el que veíamos los aspectos para diseñar y ejecutar un buen murete guía. Os invito a leerlos si os interesa el tema:
CONSECUENCIAS DE LA ELECCIÓN DE LA COTA SUPERIOR DEL MURO-GUÍA
Empecemos por decir a qué afecta principalmente la cota superior del murete guía:
– Perforación necesaria de muros pantalla: Teniendo en cuenta que el m2 de muro pantalla se mide para su abono desde la cara superior del murete guía (un día hablaremos más sobre esto…), entonces parece claro que este es un aspecto a minimizar. Como mucho, la cara superior murete coincidirá con la cota de acabado del muro pantalla (después de su saneamiento), ya que si lo bajásemos más sería necesario recrecer muro, lo que no tiene mucho sentido.
– La cota de la plataforma de trabajo: La cara superior del murete y la de la plataforma están vinculadas. Si sube o baja una, también lo hace la otra. Recordemos que la cara superior del murete debe estar como mucho 30cm por debajo de la cota de la plataforma de trabajo, y nunca (salvo muy justificadas excepciones), el murete debe estar más alto que la plataforma de trabajo.
– Terminación de las juntas entre paneles y necesidad de saneamiento del muro-pantalla. Dependerá del caso en el que estemos. Tenemos dos situaciones extremas:
a) Cara superior del murete ≈ la cota de acabado de la pantalla.
En este caso, el hormigonado se hará “a rebose”, es decir, durante el hormigonado con tubería Tremie se dejará rebosar hormigón por encima del murete hasta que veamos claramente que el hormigón que sube no está contaminado con los lodos bentoníticos. En este caso, no tendremos que preocuparnos del acabado de las juntas entre paneles, y el saneamiento requerido no será muy intenso.
b) Cara superior del murete >> la cota de acabado de la pantalla.
En este caso, controlaremos la cota del hormigón con métodos indirectos. Siempre tendremos la incertidumbre de dónde está realmente el hormigón “sano”. Esto nos llevará normalmente a hormigonar exceso (mayor saneamiento requerido). También hay que tener en cuenta que en la zona de las juntas entre paneles el hormigón “sano” quedará siempre más bajo que en el centro del panel.
– La ejecución de la viga de atado: Como sabemos, un muro pantalla no está terminado hasta que no se arriostran los bataches (o paneles) con una viga. Pues bien, según donde decidamos poner la cota superior del murete, el procedimiento a seguir para su ejecución será bien distinta, y por lo tanto, su coste. Como en el caso anterior, tendremos dos casos extremos.
a) Cara superior del murete ≈ cota inferior de la viga.
Será necesario hormigonar la viga a dos caras, y aunque como hemos visto el saneamiento será menor, habrá que demoler la cara del murete del trasdós (lado de tierras). Además las esperas de la armadura sobresaldrán, con lo que nos pueden molestar a la hora de los accesos a la obra.
b) Cara superior del murete ligeramente mayor que la cota superior de la viga.
En este caso la ventaja vendrá porque aprovecharemos el murete del trasdós como encofrado perdido, aunque bien es cierto que el saneamiento de la pantalla será mayor. Las esperas así quedan al resguardo del murete.
No parecen temas triviales, y en general adoptar una cota que satisfaga uno de estos aspectos, suele ir en detrimento de los demás. Podemos decir que tenemos una ecuación a minimizar, la de los costes (o el programa), pero tenemos al menos cuatro aspectos que nos restringen la toma de decisiones.
FACTORES EN LA ELECCIÓN DE LA COTA SUPERIOR DEL MURO-GUÍA
Entonces, ¿cuáles son los aspectos/factores a tener en cuenta para tomar para tomar la mejor decisión? Antes de enumerarlos hay que tener dos cosas muy presentes:
- La cara superior del murete tiene que ser horizontal. Lo veíamos en este post por qué era así.
- La cota superior del murete que elijamos debe de ser única para toda la obra. Otra cosa es cómo se resuelvan las excepciones que puedan existir y su coste económico y operativo. Claro que pueden haber saltos en el murete (siempre bruscos y pensando bien dónde), pero hay que intentar minimizarlos.
Esto tiene que quedar bastante claro. No se puede empezar con una cota y luego ir cambiándola sobre la marcha o ir llenando el murete de saltos… Esto es caro, y lo más importante, da sensación de que no se sabe lo que se tiene entre manos. Si una cota que sirve bastante bien para toda la obra parece que nos va a dar problemas en una determinada zona, habrá que ver cómo de crítico es el problema, y tal vez, esa zona termine por condicionar la cota superior del murete.
Los factores a tener en cuenta para intentar tomar la mejor de las decisiones.
- Cota superior de proyecto de la viga de atado. Obviamente, es un dato muy importante a valorar antes de hacer cualquier otra consideración, ya que es la que manda. Aunque la viga es horizontal y tendrá normalmente una única cota para toda la obra, podemos tener zonas donde la cota varíe. Por ejemplo, si las pantallas son para un parking (algo muy habitual), la viga en la rampa suele estar más bajas.
- Cota de la calle en relación a la cota superior de la viga de atado. Normalmente está un poco más baja. Respecto a la cota de la cara superior del murete, hay que tener presente que debe de estar más baja que la cota de la acera, para evitar vertidos de bentonita a la calle.
- Uso de lodos bentoníticos. Si se perfora en seco los problemas asociados a dejar el hormigón bajo desaparecen, entre otros.
- Cota del nivel freático. Hay que respetar que siempre:
- La cara superior del murete (y por lo tanto la plataforma de trabajo) debe de quedar siempre metro y medio por encima del nivel freático.
- La cota de acabado del muro pantalla, después del saneamiento (recalco esto) debe quedar claramente por encima (medio metro por ejemplo) del nivel freático. Mucho cuidado con las juntas, que como hemos visto, el hormigón puede quedar más bajo.
- Existencia de rellenos antrópicos. Habrá que valorar si se hace un primer rebaje general de la plataforma de trabajo y se aprovecha para eliminarlos parcial o totalmente. A veces pasa justamente lo contrario, tenemos una plataforma estupenda (hormigón, asfalto,…) y no nos interesa para nada hacer un rebaje.
- Estabilidad de los taludes. Relacionado con lo anterior. Tal vez tengamos planeado realizar un rebaje, pero los taludes requeridos pueden ser inestables.
- Existencia de medianerías. Sera necesario conocer el estado y el tipo de cimentación, y actuar con las debidas precauciones.
Como habéis podido ver, soluciones, lo que son soluciones no os he dado, pero no porque no quiera, sino porque es imposible. Lo importante es lo de siempre. Saber que es una decisión importante, que hay que valorar las ventajas y los inconvenientes, y asumiendo que la solución perfecta no existe, pero sí la óptima, y en ella es en la que hay que centrarse.
Muchas gracias por vuestra atención.
Nos vemos pronto.