Con el objeto de permitir la reinyección durante la ejecución de micropilotes, anclajes o inyecciones, es necesario disponer de unos elementos en las tuberías que permitan realizarlas sin que el fluido recién inyectado retorne al interior de la tubería cuando la presión cese. De los dos sistemas más comunes, el de manguitos de caucho (o de goma) es posiblemente el más común. El otro, que ya vimos en un anterior post, son las válvulas de botón. Como dijimos es su momento no es sencillo decantarse por un sistema o por otro, y aunque parezca mentira, el criterio final suele ser las experiencias previas que uno haya tenido.
Hoy vamos a centrarnos en los manguitos de caucho. Describiremos cómo son, cómo realizan su función, ver las variedades que ofrece el mercado y qué podemos hacer para evitar o minorar sus inconvenientes.
Descripción de manguitos de caucho
Como en las tuberías de botón, los manguitos de caucho se pueden instalar tanto en tuberías de PVC como en las de acero. El sistema en sí mismo es bastante simple. A las tuberías se le practican unas perforaciones a un determinado nivel de inyección que se pueden situar a 180, 120 o 90 grados. Estas perforaciones se cubren con un manguito de caucho que se fija firmemente a la tubería.
Como vemos en la figura anterior y en la siguiente, cuando la tubería es de acero, y con el fin de evitar que el manguito se desplace a lo largo de la tubería, se colocan un par de gruesos hilos de acero a la tubería.
En tuberías de PVC puede ser habitual que el manguito forme un elemento separado de la tubería.
Funcionamiento de manguitos de caucho
1. Cuando se ejerce presión a través de la lechada de cemento, el manguito de caucho se expande, permitiendo que la lechada pueda salir a través de las perforaciones realizadas en la tubería.
2. Cuando la presión de la lechada y la del exterior de la tubería es la misma, el manguito deja de expandirse pero tampoco se contrae contra la tubería. Decimos entonces que el manguito está abierto y podremos seguir inyectando mientras mantengamos la presión en el interior de la tubería.
3. Cuando la presión ejercida por la lechada de cemento cesa, ocurre exactamente lo contrario que en el paso 1. Tenemos el gradiente de presión invertido por lo que el manguito de goma se retrae y se adhiere de nuevo a la tubería. Decimos entonces que el manguito se ha cerrado.
Problemática de manguitos de caucho
Este sistema tiene problemas que son parecidos a los que podemos encontrar con las válvulas de botones y otros que no. Veamos todos ellos:
- Es posible que cuando la presión cese y el manguito se cierre, este no se aloje correctamente en la tubería y exista una vía de retorno del material inyectado. Si esto ocurre, es bastante probable que en fases de inyección sucesivas el manguito termine por reajustarse el solo.
- El caucho, de tanto deformarse, puede que pierda elasticidad y el manguito cierre bien. Es un problema que no tienen solución, por lo que habrá que ir pensando en dejar de seguir usando ese nivel ya que cualquier inyección que se realice será prácticamente estéril.
- Puede ocurrir que después de varias fases de inyección que el manguito de caucho no sea capaz de expandirse. Esto se puede solucionar incrementando la presión en la bomba hasta detectar que la presión se relaja (indicativo que el manguito se ha abierto). Esto tiene un par de inconvenientes. El primero, muchas veces tenemos alguna limitación acerca de la presión que podemos usar debido a la posibilidad de causar daños a estructuras cercanas. El segundo es que esto nos puede llevar a romper el manguito, quedando este completamente inutilizable.
- Algo bastante común cuando estamos inyectando terrenos granulares, es que algún grano de arena o de gravilla se quede pillado entre el manguito y la tubería, y el manguito no termine de cerrarse completamente. Es un problema que suele quedar resuelto en la siguiente fase de inyección.
- Es posiblemente el principal inconveniente de este sistema. Los manguitos de goma pueden sufrir daños cuando los introducimos en el terreno, es por ello que es recomendable buscar sistemas para protegerlos.
Dicho esto, he de decir que es mi sistema preferido sobre todo cuando hay previstas muchas fases de inyección (más de cinco), pero eso sí, los manguitos tienen que venir convenientemente protegidos. Parece que no, pero durante la instalación, sobre todo si las perforaciones son su sub-horizontales, los manguitos se dañan bastante.
Bueno, pues esto es todo por hoy. Con este post y con el que vimos hace tiempo de las válvulas de botón (pinchar aquí), hemos podido ver los dos sistemas más extendidos cuando lo que se pretende es inyectar el terreno a través de tubos de inyección. Con los pros y los contras de cada sistema, y sobre todo con la experiencia personal con cada uno de ellos, podremos afrontar con garantías la decisión del sistema a elegir para nuestra obra. Muchas gracias por vuestro tiempo.
Mas claro echale agua!!!
Muy buen articulo, gracias por el mismo.
¡Gracias a usted por sus amables palabras!