Con el post de hoy dedicado a la manipulación e inspección de cabrestantes cerramos, aunque sea provisionalmente, el ciclo de entradas dedicadas a los cabrestantes. Son un elemento fundamental de las grúas sobre orugas que habitualmente se utilizan en este negocio, por lo que se requiere establecer especiales atenciones. Es por ello que antes de seguir os recomiendo que le echéis un vistazo a los siguientes posts:
Si os interesa el mundillo de las grúas sobre orugas, os dejo un par de enlaces que pueden ser de vuestro interés:
Pues bien, el post de hoy lo vamos a dedicar a dar algunos consejos para su almacenamiento, desenrollado, cortes, montaje sobre tambores, etc. Son actividades que se dan a diario en las obras, y deben ser llevadas a cabo por operarios experimentados y capacitados. Sin olvidar que los procedimientos deber también ser conocidos por el cuerpo técnico.
MANIPULACIÓN DE CABRESTANTES
Los cabrestantes normalmente se suministran en rollos o en bobinas. La longitud que viene en las mismas es variable según el pedido que hagamos (50 m, 70 m, 90 m,…).
- Almacenamiento
- Se debe almacenar en un sitio seco y evitando que apoyen directamente en el suelo.
- Cuando deba efectuarse en el exterior, se debe colocar sobre soportes de modo que el cabrestante quede levantado del suelo unos 25 cm. Hay que cubrir la superficie exterior para evitar los efectos de la lluvia, sol, polvo, etc.
- Se recomienda inspeccionar mensualmente el cabrestante para vigilar la aparición de trazas de óxido. Si esto sucede, proceder a un engrase que evite el avance de la corrosión.
- Se debe almacenar en un sitio seco y evitando que apoyen directamente en el suelo.
- Desenrollado
Existen muchas maneras de llevarlo a cabo, pero todas ellas deben efectuarse con ciertas precauciones. Debemos evitar sobre todo la formación de cocas, ya que estas suponen una torcedura que daña irremediablemente el cabrestante.
Cuando el cabrestante se suministra enrollado en bobinas, para desenrollarlo se debe coloca el carrete de modo que pueda girar libremente sobre un eje apoyado en dos caballetes o soportes, como muestra la figura siguiente.
Si se desenrolla el cabrestante sin que el carrete gire se producirán cocas que jamás se podrán enderezar y que dañan definitivamente el cabrestante.
Si el suministro se efectúa en rollos, este se debe desenrollar haciéndolo rodar hacia delante como se muestra en la figura siguiente.
Hay que conseguir siempre que las vueltas de cabrestante se deshagan sin distorsión. Esto puede producir cocas o torsiones que, más adelante, provocarán vicios en el cabrestante, afectando negativamente a su comportamiento y a su durabilidad.
Siempre que sea posible es conveniente colocar directamente el cabrestante desde el carrete al tambor de la grúa. Se debe tener cuidado en que el cabrestante mantenga siempre la misma dirección de curvatura tal y como se muestra en las figuras.
- Corte
Antes de proceder a cortar un cabrestante debemos tomar precauciones para evitar su destrenzado. Para ello debemos sujetar las dos partes (a un lado y a otro de donde se va a efectuar el corte) por medio de ligaduras hechas con alambres.
El espacio entre ligaduras deben ser tres veces la longitud de estas y el intervalo reservado para el corte, igual al diámetro del cabrestante. La longitud de cada ligadura suele hacerse de unas 4 veces el diámetro del cabrestante.
El sentido de arrollamiento del alambre con el que se hace la ligadura debe ser al contrario del arrollamiento del cabrestante.
El corte del cabrestante puede efectuarse se las siguientes formas:
– Con el disco de una radial.
– Con soplete de oxi-corte.
– Mediante corte con electrodo.
- Montaje sobre los tambores.
Es muy importante la forma en que el cabrestante se coloca en los tambores. Os animo a que salgáis a ver vuestra grúa, y comprobéis que los cabrestantes están bien montados…
Además de seguir las normas de desenrollar indicadas anteriormente, hay que respetar el punto de anclaje del cabrestante al tambor y su sentido de arrollamiento en el mismo. Las formas correctas se indican a continuación.
Observando las figuras, podemos ver cómo se puede simular con las manos. Hay que hacer notar que se utiliza siempre la mano contraria. Para un cabrestante de arrollamiento a la derecha se empleará la mano izquierda y viceversa.
Cuando el tambor presenta acanaladuras para el cabrestante, estas posiciones vienen definidas. En todo caso conviene comprobar que el diámetro del cabrestante es el adecuado, así como su torsión. En la figura siguiente se puede ver la correcta utilización del cabrestante en las ranuras del tambor.
Otro punto a comprobar es el acanalado de las poleas. Este es otro de los factores que afecta directamente a la vida útil de un cabrestante. La regla general se refleja en la figura que se muestra a continuación.
Siempre que se monte un cabrestante nuevo se debe aplicar una carga y realizar un recorrido completo para asentar el cabrestante a los tambores. Esta operación también permite asentar los cabrestantes en los terminales, que trataremos a continuación.
- Terminales
El cabrestante debe unirse a otros elementos por sus extremos. Por un lado al tambor, y por la otra parte, al gancho o a los útiles de perforación.
Lo normal es que los tambores estén provistos de sus propios sistemas de fijación.
En todo caso vamos a mostrar aquí dos de los sistemas más habituales:
– Gaza con grapas
Tiene la ventaja de que puedan hacerse rápidamente y sin medios especiales. No obstante hay que respetar algunas reglas:
1. La horquilla de la grapa o “sujetacables” debe colocarse siempre en el ramal muerto del cabrestante y el asiento o puente, en el ramal de tiro.
2. La distancia entre grapas consecutivas debe ser 6 u 8 veces el diámetro del cabrestante.
3. El número de grapas necesarias varía en función del diámetro del cabrestante y nunca debe ser menos a tres.
En la figura siguiente se indica el modo correcto de efectuar este tipo de lazada o gaza.
– Cuñeros
El terminal de cuña es un sistema que, bien instalado, resulta seguro, de fácil instalación y que permite una eficiencia del 80%. En la siguiente figura se puede observar la correcta colocación de los mismos.
INSPECCIÓN Y SUSTITUCIÓN DE CABRESTANTES
- Los tambores y las poleas deben inspeccionarse con frecuencia ya que de su estado depende la vida útil del cabrestante.
- Los tambores deteriorados enrollan mal el cabrestante ocasionándole daños. Las poleas rotas o excesivamente gastadas también producen daños sobre el cabrestante.
- Siempre que el tipo de trabajo lo permita, deben desplazarse periódicamente los puntos de máximo trabajo cortando una determinada longitud de cabrestante.
- Hay que evitar las sobrecargas y los movimientos bruscos y vigilar continuadamente el enrollado del cabrestante en los tambores.
- Además de todas estas precauciones, el cabrestante debe inspeccionarse periódicamente buscando hilos rotos. Cuando el número de hilos rotos contados en dos pasos alcance el 20% del número total de hilos del cabrestante, este debe sustituirse. Esta regla, quizás demasiado simple para ser aplicada de forma absoluta en todos los casos da, sin embargo, una buena idea del límite hasta el cual se puede aprovechar un cabrestante.
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Es conveniente ir eliminando los alambres cortos, a fin de evitar que los mismos pueden dañar a otros inmediatos. Así también evitamos que los operarios se puedan pinchar con ellos.
Con estas últimas líneas, damos por concluido este post en que hemos tratado la manipulación e inspección de cabrestantes. Como decíamos al principio, este es el tercero de una trilogía, y como todas las buenas trilogías, es bien posible que no quede del todo cerrada.
Muchas gracias por vuestro tiempo.